El hormigón celular autonivelante es un producto homogéneo constituido por una mezcla de agua-cemento-aire con la ayuda de un agente tensoactivo que facilita la formación de espuma y una densidad y estado líquido que le aporta características autonivelantes, idóneas éstas en la realización de rellenos muy ligeros y con una resistencia variable en función de la cantidad de cemento empleado, o lo que es lo mismo, en función de la densidad del hormigón celular.
Mantiene las características térmicas y acústicas de los hormigones celulares, y su cualidad de autonivelación facilita enormemente el extendido y nivelado para los menesteres que fueran necesarios, como por ejemplo la colocación de pavimentos y en general en los interiores de construcciones y/o edificios o en cualquier relleno que se busque la horizontabilidad. También puede usarse a pleno rendimiento para formación de pendientes con un máximo de inclinación del 2 % produciendo una superficie muy lisa y de gran calidad. Es muy fácil de trabajar.